En Semana Santa a la gente le da por comer desmesuradamente pipas. Como si no hubiese mañana. Es quizá una forma de entretenimiento para pasar el tiempo mientras esperan a que pasen las procesiones. Que no hay nada de malo en comer pipas, pero este entretenimiento empieza a molestar cuando te encuentras las calles enteras llenas de cascaras. Verdaderas montañas de cáscaras de pipas por doquier.
¿De verdad cuesta tanto trabajo echar las cáscaras de pipas en una bolsita o en un pañuelo de papel y luego tirarlo a la papelera? No es un gran esfuerzo y así contribuimos a mejorar la limpieza de nuestras calles. Lo mismo pasa en las playas... ¿es vagancia o el mero gusto de ensuciar? Es indignante ir paseando y que cientos de personas estén tirando basura (porque al fin y al cabo las cascaras son basura-orgánica-pero basura).
Por eso, pedimos por favor que si vais a comer pipas o cualquier otra cosa en la calle, no tiréis los residuos al suelo. Mantengamos limpias nuestras ciudades ya que, al fin y al cabo, todos vivimos en ellas, ¿no?
Pipas en una calle de Huelva |
Una acera llena de cáscaras |
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